TRANSCIPCIÓN DEL AUDIO

Todos nacemos completos con nuestras máximas capacidades para desarrollarnos y ser felices, pero la vida nos pone en el camino una serie de experiencias. Unas son agradables y las disfrutamos y otras sufrimos al pasar por ellas.

Lo que hemos de observar aquí es si las experiencias nos abren o nos cierran al mundo y a las personas. ¿Qué quiero decir con esto? Pues, lo que quiero decir es que las experiencias nos generan bloqueos emocionales o aprendizajes.

Imagínate que llevas mucho tiempo sin conocer a nadie especial. Un día un amigo te presenta a una persona con la que conectas. Iniciáis un apasionado romance que dura 1 mes.

Esta persona decide dejar la relación a pesar de que parecía que había empezado muy bien y que teníais muchas cosas en común. Cuando te da la noticia empiezas a sentir una serie de emociones: angustia, confusión, tristeza, incluso puedes sentir enfado.

La respuesta que tengas a esta noticia dependerá de tu inteligencia emocional. La inteligencia emocional es una disciplina apasionante, pero para no salirnos ahora del tema, lo trataremos en otros artículos.

El proceso por el cual pasas durante los días, semanas, meses, siguientes a la ruptura marcarán tu presente y tu futuro. Porque lo que hayas aprendido de esa experiencia será básico para las siguientes relaciones.

La historia anterior es solo un ejemplo de una experiencia dolorosa, lo que te explicaré a continuación lo puedes aplicar a cualquier experiencia.

ANTE UNA EXPERIENCIA DOLOROSA PUEDEN SUCEDERTE DOS COSAS: QUE TE CIERRES O TE ABRAS.

Y eso significa que cierres tu potencial como ser humano para disfrutar de la vida o lo abras y lo expandas sintiéndote en paz ante cada experiencia nueva que vives.

Cerrará nuestro potencial cuando de la experiencia aprendemos a protegernos por MIEDO a que no nos vuelva a suceder. Cuando de esta experiencia aprendamos a gestionarla con amor, comprensión y paz, todo nuestro potencial se abrirá.

Sigamos con el ejemplo anterior:

Caso 1: nos cerrarnos. 

El individuo dirá cosas por el estilo: me siento engañado, engañada, no valía la pena, ella o él se lo pierde, si es que no era para mí, era demasiada mujer o demasiado hombre, siempre me pasa lo mismo, es que nadie me quiere, la próxima vez no soy tan tonto o tonta, a la próxima o el próximo que venga verá, todos los hombres o mujeres son iguales, etc., etc., etc.

En este caso no hay abertura, te cierras por miedo, bloqueas tu potencial. Podría parecer que aprendes a no volver a pasar por ello, pero lo único que haces es intentar protegerte para no volver a sufrir. Te cierras a otra nueva experiencia o la vivirás con miedo a que sufras de nuevo. Actuarás como una media naranja y quizás te des cuenta porque atraes relaciones a medias.

El caso 2: nos abrimos.

El individuo diría cosas por el estilo: ¿Qué me está enseñando esta experiencia? ¿Qué debo aprender? ¿Qué creencia dentro de mí que genera esta situación?

Esto lo dices una vez has llorado lo necesario porque si terminas una relación en pleno enamoramiento pasional en peor que si te quitan el pastel más rico del mundo mientras te lo estás comiendo. O peor que si aboyas tu súper caro coche nuevo el primer día que lo sacas del garaje todo contento.

Con las reflexiones mencionadas el individuo se responsabiliza de lo que le sucede en su vida y toma la experiencia como un aprendizaje. Lee textos como este, escucha, videos sobre crecimiento personal que le ayudan a comprender porque no ha llegado a establecer la relación sana, estable y feliz que se merece.

Por poner un ejemplo, los aprendizajes que se podría llevar una persona serían:

• Es que no teníamos los mismos valores de vida.
• Me enamoré tan locamente que ni conocí a la persona realmente.
• Me acabo de dar cuenta de que tengo miedo al compromiso (y eso la otra persona lo detecta por el lenguaje no verbal. También te lo explicaremos en otro artículo.)
• Me he dado cuenta de que tengo la autoestima muy bajita y si yo no me quiero ¿quién me va a querer?

Esta persona acabará poniendo atención y acción para superar sus dificultades, sus miedos, sus protecciones, sus inseguridades.

¿CÓMO AFECTARÁ ESTO A TU PRESENTE Y FUTURO?

En la próxima relación en el primer caso seguirá con el método ensayo error. Cuando vuelva a pasar por una experiencia puede que repita exactamente lo mismo convirtiéndose en patrón que se repite hasta que se aprenda.

Puede dejar de querer conocer a personas, aunque su anhelo por vivir en pareja siga allí, o bien será brusco con las nuevas personas que conozca, o se enfadará a la primera de cambio por un miedo inconsciente a volver a sufrir.

El caso dos empezará una nueva relación con más consciencia de sí mismo y de cómo actuamos los seres humanos y no repetirá el mismo patrón. Estando más cerca de tener la relación deseada. Volverá a intentar tener una relación desde otra perspectiva, de otra forma diferente, con sabiduría.

Sé, perfectamente, por experiencia y profesión, que este camino no es el más cómodo pero si el que más gratificaciones conlleva y que te hará más feliz, dueño de tu propia vida.

SI SACAS A LA NARANJA COMPLETA QUE LLEVAS DENTRO ESTARÁ EN TU MANO ALCANZAR LO QUE TE PROPONGAS.

Así que recapitulando lo dicho en el artículo:

• Actuamos como medias naranjas cuando vivimos con miedo, protección, inseguridad.
• Vivimos como naranjas completas cuándo de cada experiencia obtenemos un aprendizaje amoroso para nosotros y los demás.
• Atraemos a medias naranjas cuando hemos acumulado tantos bloqueos emocionales, miedos, inseguridades que están presentes en nuestro día a día y en relación con las otras personas.
• Para ser y atraer a una naranja completa has de aprender de tus experiencias.
• Sabrás que aprendes correctamente cuando ya no se repitan las mismas vivencias dolorosas. También cuando tengas una sensación de paz sin miedos ni enfados cuando recuerdes estas experiencias pasadas o vivencias parecidas que te cuentan otras personas.

Gracias por leer este texto y dejarnos formar parte de tu desarrollo personal. Deseamos de todo corazón que superes tus miedos y te abras al amor, a ese AMOR QUE NO DUELE.

Quizás ahora crees que ese amor que no duele no existe, pero sí, está allí.

EJERCICIO

Te propongo un ejercicio: recuerda tus relaciones anteriores y siente si dentro de ti aun hay rencor, dolor, enfado o bien te sientes en paz con la persona con la que viviste aquella experiencia y contigo mismo.

Deja tus aprendizajes, emociones o dudas aquí abajo, en los comentarios. Estaremos encantados de conocerte un poco más.

Y si aún no lo has hecho, descarga el mini curso gratuito que está aquí abajo para saber cómo enamorarte de la persona adecuada.